miércoles, 19 de octubre de 2011

Matando al "Recuerdo Maligno"



Muy común tirarse al drama y flagelarse con los recuerdos, sobre todo los dolorosos, cuando seguramente tenemos unos muy felices y los ocupamos muy poco. Para estos no hay más que pedir fervorosamente que disfruten su pena y dejen a los demás disfrutar su felicidad.

Para los otros, que quieren olvidar a alguien (o algo) que ya no está o que no aporta nada positivo, por la razón que sea, ese es el momento que más viene al recuerdo precisamente por estar pensando que quieres olvidar. Ojala existiera una medicina o vacuna, o se pudiera con el alcohol como dice la canción, pero no, no hay receta mágica para olvidar. Sin embargo sabiendo que el inconsciente no distingue entre si está pasando ahorita o ya pasó, y entre si es real o imaginario, bien podemos manejar algunas trampas y engañarlo.

El secreto está en el dejar ir. Como ejemplo tenemos la famosísima frase: Laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même; «Dejad hacer, dejad pasar, el mundo va solo» de Jean-Claude Marie Vicent de Gournay, por ahí del siglo XVIII, lo más curiosa es que fue usada por primera vez por contra el intervencionismo del gobierno en la economía.

Aquí algunos consejos de cómo hacerle.

  1. Dale un tiempo razonable para recordarlo. Como un pequeño homenaje, y  que no pase de ahí. Tú sabes cuándo es suficiente.
Si el recuerdo persiste, sigue leyendo.

  1. Llega el recuerdo, empieza a doler, lo mejor en ese momento es cambiar el tema.
Pregúntate cosas como: ¿Si tuviera un millón de pesos, en qué NO lo gastaría?. ¿Cuándo juegan Nadal y Federer otra vez?. ¿Si pidieran mi foto para los billetes, cuál pondría?.

  1. Prohibido pensar en el: “y si hubiera…”. Es mejor preguntarnos: “lo que se puede hacer ahora es…”. Cuesta más trabajo pero funciona pues te mantiene ocupado, entonces el recuerdo doloroso se queda en segundo plano. Si la respuesta es: “nada” haz otra cosa, algo diferente, juega memorama, suena a burla pero funciona, búscate un pasatiempo, ve al cine, tírate de un puente (pero con ligas y asesoría de un profesional), etc.
  1. Finalmente y la más poderosa: despídete del recuerdo, pídele perdón, agradécele y deséale lo mejor del Universo. Es una despedida del RECUERDO, no de la persona. No es necesario revivirla o ir a buscarla para decírselo ni nada por el estilo. Es un trabajo de imaginación y sinceridad nada más.
 Darnos cuenta de la mucha energía que nos quita estar dándole vueltas a un asunto que no tiene futuro, es frustrante y doloroso. Deja ir, disfruta el presente y prepárate para todo lo bueno que trae el futuro.