Aquí ando, a petición de un amigo, en medio de las prisas y las
carreras, dándome tiempo para escribir. Cuál será el tema, el tema es que no he
escrito, por ocuparme en otras cosas, he estado viviendo, me ha dado por vivir
mucho últimamente, disfrutar todo, observar, aprender, saborear con más calma, No
es que antes no lo hiciera, antes era como queriendo acabarme el mundo, y ahora
siento que tiene más fondo y reflexión. Ahora sé que prefiero vivir en vivo.
Pienso desde el que me encante ver las nubes en forma de algodones gigantes,
hasta que he hecho que no ha funcionado. Si voy hacia adelante o hacia atrás. Si voy volando o con los pies en la tierra.
Vamos por un camino, en el camino hay un hoyo y nos caemos, salimos
con mucha dificultad. Volvemos a pasar, se nos olvidó que estaba ahí tal vez, caímos
y salimos. Volvemos a pasar burlándonos del hoyo y pensando que no es posible
que volvamos a caer y caímos, que bien esta vez salimos más fácil. Ya no quiero
volver a pasar por ahí. Debe haber más caminos qué ese, largos, cortos, con
otros hoyos yo que sé, pero otros. La gracia es enfrentar el miedo que nos
atora en tantas cosas. Ahí esta la valentía.
La valentía de agradecer a las cosas simples como un cielo iluminado o estrellado,
que a veces está nublado pero que ahí esta siempre para que nosotros podamos
observar. Gracias a las pequeñas cosas y a las grandes, a la imperfección que
le da forma y sabor diferente y todas las cosas, cosas que con nuestro extraordinario
y a veces limitado cuerpo humano, podemos probar un poco.
Y no pasa nada si pasamos y vemos y aprendemos y retomamos e incluso si modificamos las cosas. El universo está ahí
para nosotros, y lo disfrutan más los que quitan las barreras del miedo. <3