A pocos días de haber cumplido XXX años (sí, luce mejor en romano) tengo la impresión de haber creído que sabía algunas cosas y que estaba equivocada, y que quizá lo que piense ahora lo veré como erróneo en un futuro. Y no es la edad ni las circunstancias, es el simple hecho de que, cumplir años, festejarlos y cerrar un ciclo, obliga a cierta reflexión.
Haciendo una lista de ideas que encuentro incongruentes con lo que se nos enseña, en casa, en la escuela, en la calle y en los medios; encuentro, entre otras cosas, que:
- El amor incondicional solo es para uno mismo.
- El sexo está sobrevalorado.
- El estrés es manejable.
- Tratar de agradar a todo el mundo es desgastante e imposible.
- Todas las emociones están permitidas para eso existen.
- El modo en que te afecten los pensamientos y las personas es proporcional al poder que tú les otorgas.
- La felicidad son momentos y si no estas atento pueden pasar desapercibidos, son pequeños milagros y suceden todos los días.
Es un hecho que lo aprendí puede ya no estar vigente, que lo que hacía antes no tiene por qué funcionar siempre, y que lo que hago hoy será una referencia para después. Entonces, cómo se llega al momento ese en el que se vive el presente dejando atrás el pasado y aprendiendo de él y sin preocuparnos de más por el futuro. Hoy sigo aquí para averiguarlo… ☼
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