martes, 14 de diciembre de 2010

Reflexión en mi "campo de fuerza"

He escuchado muchas historias “de amor y de horror”, en las que un individuo pone mucha dedicación y empeño en una relación desde antes de que empiece, pero que, dadas las circunstancias y las características de la situación, se entiende que no llegarán a ningún sitio. El individuo insiste y en contra de todo, hasta de sí mismo, lucha por ganarse un lugar, adaptarse y/o adaptar al otro y enseñarle, sin que el otro aprenda mucho, a tener una relación de la cual alguno de los dos termina huyendo.
No sentí que lo perdía, sentí que estuve cerca de tenerlo, osea, que nunca lo tendría.
Esa tarde, mucho antes de que oscureciera, me metí en la cama. Quería crear un campo de fuerza entre mis cobijas para no desconcentrarme, para reflexionar el "para qué desperdiciar mi energía en él. ¿o con él?"
Recordé y aún recuerdo perfectamente el día en que lo conocí. Enseguida escuché dentro de mí: "drama, no mires, ese no, voltea para otro lado" y cerré los ojos para no oír.  Demasiado tarde, con todo lo que me robaba el aliento, pues mi cerebro no se oxigenaba igual, por lo tanto, me costaba mucho trabajo pensar; y con la “química” impresionante que tanto nos atraía el uno hacia el otro, pues, me dejé llevar, a algo que no existía pero ahí estaba. De repente yo ya sentía algo que la verdad desconocía, hacia alguien que no era yo.
Estaba en mi cama pero me repetía constantemente: “¡despierta!, ¡pon los pies en la tierra!. Lo que yo quería era pensar y no sentir, y mucho menos sentir algo que quien sabe que diantre era. Es más fácil pensar dentro de “mi campo de fuerza”, de esa manera logro retener mis pensamientos y evito que echen a volar; además, requería toda de la energía que pudiera juntar (sin sol y sin carbohidratos). Con todos los suspiros y el calor que se acumulaba, lo estaba logrando.
¿Será que hay gente que no sabe qué es que lo quieran, o simplemente no sabe lo quiere? ¿Será que somos adictos a eso? Al vértigo, al dolor. Yo no, me niego.
Respiro profundo, pero no me cabe todo el aire que necesito. Que rara esa sensación de romper algo. Que fea la incertidumbre.
Y ¿qué hago con todo este amor que tengo para dar?, siento como si se acabara para siempre, pero no, todo lo contrario, la realidad es que es muchísimo. Pues decido ponérmelo cómodamente a mi misma, en mi corazón. Ya habrá con quien compartirlo. ¡Qué bueno que elijo ser feliz!.

6 comentarios:

  1. como siempre un deleite leerte Vale... Saludos

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  2. Miercoles de reflexión (porque te leo los martes y te pienso los miercoles) es una buena manera de darle forma al resto de la semana. Uste dejese querer y listo. Jamás se te acabara el amor(revisa tu nombre)Dos besos mi Val, te quiero.

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  3. " El amor,no es una transacción de negocio, así que no hay preocupación de pérdida o ganancia. El amor disfruta de dar, de la misma forma que las flores disfrutan de ofrecer su fragancia.”- Osho

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  4. Igual se cansa el que solo da, como el que solo recibe.

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