martes, 11 de enero de 2011

Deseando salud, dinero y amor

    Los deseos más recurrentes: salud, dinero y amor. Estoy asombrada ante la variedad y cantidad de calzones rojos y amarillos en venta por todos lados. ¿Y cómo no? si se supone que estos tres deseos en conjunto nos llevan a alcanzar: ¡la dicha y felicidad! Sí, a mí también me regalaron unos… muy lindos por cierto.
Imaginemos un escenario en el que tenemos dinero y amor, y no tenemos salud.  Pues con el dinero nos pagamos la salud; hasta dónde sea posible.
¿Y si hay salud, amor y no hay dinero?; se dice popularmente que “cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana”.
Luego entonces nos quedamos sin amor y tenemos salud y dinero. Muchas veces se confunde con una relación de negocios, en realidad el amor no se puede comprar.
¿Cuál de los 3 será más difícil de encontrar y más fácil de conservar?
Para la salud tenemos la fórmula secreta de llevar buenos hábitos alimenticios y de ejercicio.
Para el dinero, dicen que trabajando mucho y ahorrando. Yo agregaría: tener presente constantemente que el dinero no es un fin, es el medio para alcanzar un fin. De otra manera puede resultar muy frustrante tenerlo y no saber para qué; o perderse las cosas maravillosas gratis de la vida por buscarlo acérrimamente y venerarlo. Si no hay un propósito para el dinero, entonces ¿para qué tenerlo?
El amor… es tema diario, lo que más se sale de control. Yo preguntaría ¿qué es lo que más debe importar de una persona?, ¿lo que tiene, cómo piensa, o sus sentimientos? Si importa lo que tiene o como piensa, genial porque por ambas cosas se puede negociar una compra; volvemos a lo mismo, el dinero no es amor. ¿Y si lo que importa son los sentimientos? Entonces el resultado será respeto, empatía y la consideración hacia la otra persona. He aquí la distinción, nada más y nada menos, de cuando “el amor es la excusa moral del deseo”. A

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