miércoles, 17 de noviembre de 2010

Ando por aquí otra vez

Cuando tomé la decisión de iniciar un blog, lo hice con la intención de hacerlo con constancia, disciplina y de manera estructurada; un buen hábito. Me propuse: “Todos los martes publicaré algo”. 

Después de la última entrada que publiqué, me ocurrió lo que he escuchado puede ser común y que tanto temía: “el mal de los que escriben”. No había podido escribir. ¡Ya pasó el segundo martes y no he publicado nada!. Y no es que no tenga qué escribir, hay muchos temas para compartir, lo que pasa es que no salen las palabras y mucho menos las letras.

Esa última entrada fue sobre La Muerte, y ahí, tengo que confesar, me deshice. Por esa situación de perdida reciente, he estado triste, y como no he querido darme tiempo de deprimirme, mi cabeza ha cancelado la creatividad para mi blog.
“Solo yo puedo solucionar eso”, me dije. Pensaba, sin hacerlo, en volver a enfrentar el miedo de exponer mis sentimientos y pensamientos con mis seguidores (por cierto muy honorables todos, muchas gracias) y tomar el teclado con decisión y empezar. 

 Fue hasta ayer que estuve platicando con uno de mis mejores amigos, (bloggero también), despues de varios meses que no lo veía, por que no andaba por aquí... Me animó e invitó a reflexionar justo sobre lo que escribí en el blog anterior “el disfrutar a los que están conmigo en vida” y por qué no, si no estoy sola y cuento con ellos. Muchas veces sin pedir ayuda cuando la necesito, solo compartiendo tiempo y charla, me hacen mucho bien. Finalmente somos entes sociales, y estamos los unos para los otros. 

Entonces él lo sabrá al leer esto (porque sé bien que él me lee) que este escrito es para él, porque escuchándome ayer me ayudó a abrirme otra vez, para que sepa lo importante que es para mí y que cuenta conmigo, porque no tengo ninguna duda de su sincera amistad y también porque siento no tener tan buena memoria como él para acordarme de tantas cosas que hemos pasado juntos. Gracias, estas en mi corazón. *

2 comentarios: