miércoles, 2 de febrero de 2011

Febrero y el amor...


Hoy me desperté con unas ganas locas de enamorarme. No, jajaja, la verdad ¡No! Hoy me levanté con un amor loco pero por el sarcasmo. Esto de que por todos lados ya es “mes del amor” me hace pensar en cómo nos dejamos llevar a veces. ¿Alcanzamos a notar que lo que venden como felicidad, amor eterno y sincero, complicidad, y pasión; no son sino globos, tarjetas, películas, o un simple desodorante?

La palabra febrero, viene del latin februo que significa algo así mas o menos como purificación; en honor a unas “fiestas” que se llevaban a cabo en la Antigua Roma, en dónde, afirman algunos historiadores, eran unos rituales de severos azotes sobretodo hacia las mujeres.
El caso es que para muchos ya empezó,  y en la época actual el contexto es diferente; si no me creen, pregunten en los moteles qué ocupación tendrán ese día.

Creo que es diferente escenario para los que tienen pareja (as) y para los que  no. Lo vemos con filosofía o renegamos durísimo. ¿Estamos decepcionados del amor, o el amor esta decepcionado de nosotros? ¿Por qué no nos llega, por qué nos ignora?

Yo si creo en el amor, simplemente no creo en ese “tipo” de amor. El amor no es el sexo casual. Yo creo en un punto más espiritual que animal. Ya no hay pretexto, ya es un tema muy comentado, muy hablado, y estudiado; las relaciones interpersonales ya no son al azar ni arregladas, ya podemos hacer que funcionen. No queremos enamorarnos por el que nos vayan a hacer daño o por hacerle daño a algo. Yo la verdad prefiero a los que hacen daño sin querer que a los ardidos que actúan con alevosía y ventaja, estos últimos me provocan más miedo. Y eso es la “purificación” rehabilitarnos, quitarnos las aflicciones y las dependencias. Yo los invito a enamorarse primero de nosotros mismos.


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