martes, 12 de abril de 2011

Del: un día a la vez, al: Tal vez mañana…


        ¡Qué muera de lo que sea pero de incertidumbre no! Los momentos en la vida en los que no sabes qué va a pasar y quieres saberlo, nada parece claro y quieres tener certeza de que lo que le va a suceder a tu vida.

Si no sé algo, pues lo puedo preguntar, y si es algo que nadie sabe… por eso hay tanta gente que recurre a las galletas de la suerte y al tarot y a esas cosas.

Saber si estoy tomando las decisiones correctas para lo que quiero que suceda en mi vida; si realmente lo que tenga que suceder sucederá. ¿La vida va tan rápido o lento como yo quiera? ¿O lleva su propio ritmo y yo me estoy adelantando, o quedando atrás?

¿Qué puede pasar que sea más grave que el vivir con incertidumbre? El estrés es todo aquello que no ha pasado y que nos imaginamos dramáticamente que puede suceder, y que, la mayoría de las veces no es posible que ocurra…

Entonces la incertidumbre, el drama y la preocupación excesiva son pensamientos que nosotros elegimos y que además nos quitan tiempo para disfrutar el presente; efecto que tiene también el vivir del pasado y con melancolía.

Si bien el pasado forma parte de nosotros, no necesariamente lo que hacíamos antes funcionará siempre; y, por otro lado, es importante saber qué queremos y a dónde nos dirigimos; y si solo nos enfocamos en el futuro se escaparán las prioridades actuales y no aprovecharemos el ahora con todo lo que trae: personas, momentos, paisajes.

No se dice fácil y tampoco es sencillo de llevar a cabo, sin embardo, no es imposible. Hoy nos vamos a dormir, mañana tenemos más oportunidades, y yo digo: un día a la vez… ☼

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