jueves, 30 de julio de 2015

Amorcita en casa

¡Está hermosa, llora muy bonito! fue lo primero que dije cuando la vi nacer, y de ahí todos los días se llenaron de "primeros".

Bienvenida a casa, le dije a mi bebita en cuanto llegamos, yo: cansada, desvelada y aturdida. Ella: angelical y colmando cada rincón de amor.

Mi corazón y mi cabeza ya no eran los mismos, además de que me sentía llena de amor, desde el momento del parto no podía dejar de mi pensar en mi mamá y en todos sus sacrificios. "¡oh mi madre!". Al ver a mi hija pedía a Dios "¡por favor! que no se ponga grosera y  respondona conmigo... como yo con mi mamá..."

"¿Y cómo será en la adolescencia?" - fantaseaba - Y luego regresaba al "aquí y ahora" con miles de preguntas invadiéndome la cabeza pero al mismo tiempo muy cansada para resolverlas.

"¿Tendrá hambre?,
¿cuánto come un bebé?,
¿cómo sé si ya se le cambia el pañal?,
¿a quién se parece?"

A mi lado, un amoroso y también desvelado esposo con las mismas dudas que yo. Todo nuevo.

Durante el encierro de los primeros días nos dimos cuenta de que el mundo venia a nosotros, y entre el cansancio y los ánimos alegres de sabernos padres, aparecían visitantes que tenían las respuestas para todas las dudas.

Nunca estuvimos solos, incluso en las madrugadas, entre dar de comer, sacar el aire y cambiar pañal, me encontraba a mis amigas online en el chat del celular, que estaban haciendo lo mismo que yo; aprovechamos para compartir las últimas experiencias, seguir en contacto y resolver dudas.

Le digo que no le doy permiso de crecer, pero al mismo tiempo me maravillo al ver cómo va independizándose y asimilando todo, y yo aprendiendo diario a su lado. Vamos creciendo juntas.

Hija:

Sobre nuestro pecho es el lugar favorito de tu papá y mio para que te acurruques a dormir, aunque en ese entonces cabías perfectamente y hoy, ya no tanto.

Vivo enamorada  de la persona que eres, de la familia vamos formando, de tus gestos, tu sonrisa, tus reacciones, la manera en que te comunicas, toda tú eres única.

Gracias por habernos elegido para ser tus papás, es un honor y un reto para ser mejores cada día.









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